(Riobamba, 1976). Licenciada en Comunicación Social y master en Antropología y Cultura. Se desempeña como curadora del Museo Etnográfico de la Casa de la Cultura Ecuatoriana matriz y como profesora universitaria.
Casi 38 años después, veo gritar a una niña que tiene los ojos más tristes de la tierra.
Entre sollozos y gemidos, mira fijamente a su madre y encuentra serenidad. Esa soy yo, quien desde entonces vive para morir.
No recuerdo exactamente cuándo empecé a escribir poesía, pero la tristeza me nace de mi padre, matemático y físico apasionado en la búsqueda de Dios en la profundidad del cosmos. Bohemio sensible, cantante y guitarrero, y de mi madre, filósofa y poseedora de una habilidad prodigiosa de palabra.
Creo que fue a la edad de 14 años y pensé que estaba enamorada cuando escribí mis primeros versos asimétricos. Desde entonces ha sido como una maldición, una pequeña muerte, el éxtasis de la palabra.
poeta, mujer, amante... madre..
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