miércoles, 21 de enero de 2015

DESPEDIDA A UN “REDUCIDOR DE CABEZAS” R.A.

El fallecimiento de Ulises Estrella el 27 de diciembre de 2014 dejó al descubierto las formas de utilización del poder en una institución que se ha convertido en la piedra en el zapato para el actual régimen político. En efecto, la Casa de la Cultura Ecuatoriana sigue siendo objeto de “estudio” para el poder político y resolver si mantiene su autonomía o pasa a convertirse en una pieza secundaria en la maquinaria burocrática general.
En esta coyuntura, Raúl Pérez, presidente de la CCE, ha hecho cabriolas de gato, defendiéndose, argumentando y casi suplicando auxilio para su institución. En una reacción insólita, solicitó a Ulises Estrella el retiro de su cargo, con el pretexto de “reverdecer” la institución, cuando lo visible es que un hombre de larga trayectoria lo que hace es aportar ricas experiencias. Por ello, entendimos que el pedido de “reverdecer” la CCE, era para Pérez dar pasos de acercamiento al verde del partido de gobierno, y satisfacer los apetitos del buen mandante.





En el Prólogo del último libro de Ulises Estrella, CONTRAFACTUAL, se lee:

“La idea de escribir estos poemas “contrafactuales” surgió en agosto de 2012, cuando, por dignidad, me vi obligado a renunciar a la dirección de la Cinemateca Nacional de la Casa de Cultura Ecuatoriana, frente a la insólita negación de mi trabajo, ejercido por más de 30 años, más allá de las dificultades políticas y económicas con un fundacional sentido de vida y consistencia a toda prueba, que fueron y siguen siendo reconocidas a nivel internacional. Tuve que “mandarme a cambiar”, como en tantas ocasiones anteriores”.

Concluyendo la idea, agrega: “Por lo tanto, CONTRAFACTUAL, poéticamente hablando, es irse contra lo fáctico que desordena y pretende desviar los objetivos marcados como valoración personal para que la vida valga la pena ser vivida”.

Estas palabras marcan el rechazo a la medida insólita y prepotente que asumió el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Raúl Pérez T., al obligarle a renunciar al fundador y director de la cinemateca. Ciertamente, nadie entendió esta incongruencia, que incidió sensiblemente en los dos últimos años del autor de Ombligo del mundo, Peatón de Quito, y otros.

Del último libro de poemas de Ulises, CONTRAFACTUAL, que es su testamente protesta contra los poderes fácticos, seleccionamos dos textos que exhiben la madurez a la que había llegado, después de una vida dedicada a “revalorizar la cultura y a rebelarse contra lo que dictaba la Academia para dar una nueva visión al arte”, como reseñaba una nota de El Comercio del 28 de diciembre de 2014.

MODO PROPIO.
Ulises Estrella

Sin tierra
ni casa
ni auto
sólo poseo
un modo propio
de pararme
frente al mundo.
Vivo alojado,
cumpliendo la tarea
de construirme a mí mismo.
Inalienable
lejos del poder,
las tecnologías,
aburrimientos
y soledades.
Con tiempo libre
para aprender,
compartir
y encontrarme.
………………………
La poesía es ciclo recurrente,
el poeta
nunca enfatuado ni pomposo,
busca su palabra
solo en la conciencia propia,
en la que la obra
no explica la vida,
solo señala
el porvenir personal
que nunca se puede traicionar
ni ceder
ante la actual tentación
de la conciencia servil.
(La libertad no es elegir quién será tu amo. Es no tener amo).

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